El smartphone y las redes sociales no se toman vacaciones
Verano, esa época del año en la que aprovechamos para descansar, relajarnos, viajar y disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Sin embargo, desde la irrupción del smartphone en nuestras vidas, la palabra desconexión ha sido prácticamente desterrada.
Lejos de lo que pudiera parecer, en verano incluso se incrementa la actividad a través del móvil ya sea para interactuar a través de mensajería instantánea o las redes sociales. Y precisamente, dada esta elevada transmisión de datos, informaciones y opiniones, las empresas deben estar más atentas que nunca al uso que hacen del móvil sus clientes.
Con la llegada del buen tiempo y las vacaciones, los consumidores tienen unas altas expectativas sobre los servicios que las marcas les ofrecen y son proporcionales a la suma de dinero que han desembolsado. Por todo ello, la tolerancia ante los errores es menor y las consecuencias de un fallo pueden alcanzar dimensiones dramáticas.
Un buen ejemplo de ello es la crisis por la que atraviesa Vueling actualmente con graves deficiencias en sus servicios de vuelo que están poniendo en jaque a la compañía. Dentro de toda esta situación caótica, las redes sociales han tenido un papel importante y los smartphones han sido los artífices fundamentales para transmitir al exterior todo lo que acontecía minuto a minuto.
Quejarse a través de Facebook o Twitter es fácil, recurrente y, sobre todo, instantáneo. El acceso a las redes sociales a través del smartphone hace proliferar opiniones de miles de consumidores que intercambian o toman como referencia. De hecho, según datos de un estudio realizado por Facebook, durante el pasado verano, el 90% de los usuarios consideran que las recomendaciones a través de Facebook son más fiables que las registradas en webs de planificación de viajes.
Basta con echar un vistazo estos tres meses que nos quedan por delante para darse cuenta que el tema estrella son las vacaciones y que cualquier punto negro en ellas que se destaque a través del smartphone en las redes sociales puede suponer la pérdida de un cliente y ahuyentar a otros tantos consumidores.