El Time to Market importa y mucho
En esta era 3.0 en la que nos encontramos inmersos, el tiempo ha pasado a ser un bien tan preciado como casi inexistente. El mundo digital es tan sumamente volátil que lo que hoy es una novedad, mañana pasa a estar descatalogado provocando una cascada de tendencias y productos efímeros que no siempre son beneficiosos para el usuario/consumidor.
Hay dos tipos de vías para competir en el mercado digital: desarrollar un producto completo con todas sus funcionalidades perfectamente diseñadas y con una ejecución respaldada por una investigación profunda de las necesidades de los consumidores y como darles respuesta; o bien, un producto que dé respuesta a las necesidades más básicas pero sin ahondar en la perfección. A priori, nos decantaríamos por la primera vía, mucho más consistente y útil pero, en realidad, sería una elección empresarial que nos llevaría directos al fracaso. ¿Por qué?
El concepto Time to Market se refiere al tiempo que transcurre entre que un producto es concebido y su lanzamiento al mercado. La duración de ese tiempo es decisiva en el devenir de un producto puesto que la rapidez del propio sector tecnológico y la creciente y agresiva competencia digital provoca que el mañana ya sea tarde y que el hoy pueda ser precipitado.
Todo esto es muy fácil de observar, por ejemplo, en el mercado de los smartphones. En cuanto uno tiene en las manos el último iPhone ya sabe que ha empezado la cuenta atrás para la llegada de un nuevo terminal que mejorará las deficiencias que presenta el adquirido. Podríamos pensar que esto forma parte del negocio de generar en el consumidor esa especie de necesidad de estar a la última (que también) pero, quizás se trate de algo más.
¡Sería impensable que Apple tardara dos, tres, cuatro años en sacar al mercado un nuevo iPhone! La evolución de las nuevas tecnologías y necesidades sociales harían que el proceso de gestación no acabara nunca puesto que siempre habría algo que introducir o mejorar; además, la competencia se haría con el imaginario social y eso nos haría perder terreno en cuanto a imagen de marca. Por ello, el Time to Market, cada vez es más corto y precipitado, conlleva la aparición constante de productos que están muy lejos de ser perfectos y, en realidad, cada novedad no es más que la versión mejorada del anterior.
Dado que el Marketing mobile bebe directamente de la industria del smartphone, es imperativo estar al corriente de absolutamente todas las novedades que aparecen en el mercado y detectar aquellas necesidades que se generarán teniendo en cuenta los nuevos aparatos. El Time to Market en el Marketing Mobile es igual de inmediato y trascendental que en el mercado del smartphone pero debe ser más preciso, más estudiado y más elaborado para ser capaz de “estar en el momento indicado y en el lugar adecuado”.