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¿Quiere diferenciarse? Personalice sus vídeos

Actualmente, los vídeos son uno de los productos más consumidos en internet y, sobre todo, a través del smartphone. Ya sea por interés, afán de entretenerse o para hacer más amenas las esperas, miles de usuarios reproducen estos contenidos audiovisuales que, en apenas unos segundos, logran hacerse un hueco en sus mentes.

Es por ello que en los últimos meses, muchas marcas y empresas se han lanzado a la conquista del vídeo en la que ser el rey de Youtube equivale a un aumento de los seguidores, más conocimiento de marca y, en consecuencia, mayores ingresos.

Pero no sólo de Youtube vive el vídeo (aunque casi ya que es la plataforma líder de este tipo de contenidos), Facebook, Instagram ya cuentan con un espacio en su plataforma para los vídeos y hasta Amazon está ultimando un programa de autopublicación de formatos audiovisuales.

De esta manera se pone de manifiesto el boom que ha experimentado el vídeo y la saturación de contenidos, además de la entrada de nuevos jugadores que obligan a estar presente y dominar cada vez más y más plataformas.

Dada la nueva coyuntura, que se vaticina complicada para las marcas que quieran despuntar y diferenciarse, una de las posibles soluciones a tanta sobrecarga y la posible espantada de los usuarios es la personalización del vídeo. ¿Y cómo hacer eso?

Se trata de poner las cosas muy fáciles a los consumidores. No es importante el soporte desde el cuál se navegue, la regla es simple: el contenido tiene que ser fácil de encontrar y, más allá aún, el contenido que interesa al usuario debe ser muy fácil de encontrar.

Además, se debe tener en cuenta que el usuario demanda una libertad de consumo que las marcas deben saber respetar e interpretar. Por ello, a partir del análisis de los comportamientos, será muy productivo hacer una selección de vídeos que podrían interesar a cada usuario y ofrecer la posibilidad de poder consumirlos cuando ellos deseen.

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Internet, el ocaso de la televisión tradicional

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Internet kill the tv star. O al menos va camino de ello. La irrupción de Internet en los 90 y su posterior popularización la han coronado como el canal por excelencia de información, socialización y entretenimiento.

Desde su aparición en los años 50, la televisión se convirtió en el aparato favorito de todos los hogares y las familias se reunían alrededor de ella para compartir la experiencia. La evolución de las nuevas tecnologías y las nuevas generaciones han provocado un cambio radical de panorama en el que se ha pasado de consumir horas y horas de televisión por horas y horas de h televisión por horas y horas de internet.

De hecho, aunque en Europa la televisión sigue siendo la líder indiscutible en cuanto a ingresos publicitarios se refiere, al otro lado del Atlántico la tendencia es bien distinta. En Estados Unidos, Internet se ha convertido en el canal dominante y acapara la mayoría de los presupuestos publicitarios.

Dicho cambio ha estado propiciado en gran parte por un nuevo paradigma de sociedad en la que los millenials llevan la voz cantante en cuanto a hábitos y tendencias de consumo se refiere. Ellos junto con la generación Z -formada por niños y adolescentes- son los principales consumidores de Internet y prefieren la oferta de la red a la de la televisión.

El consumo de entretenimiento es, principalmente, vía Yotube y plataformas como Netflix que ofrecen contenidos más directos, accesibles desde cualquier parte del mundo, atemporales y prácticamente libre de publicidad molesta.

A pesar de que la televisión aún resiste como el principal canal de entretenimiento, la tendencia es clara: las generaciones más jóvenes son los consumidores de mañana y en cuanto tomen las riendas de sus vidas adultas impondrán su manera de entender el mundo y la vida: a través de la red.